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jueves, 27 de marzo de 2014

Análisis al Ozone Strike Pro

Ozone Strike Pro es un teclado mecánico para los que quieran disfrutar de esta tecnología en su escritorio sin más alardes que lo que puede aportar un periférico así. Un teclado mecánico, y ya.
A diferencia de otras marcas, Ozone ha conseguido un teclado mecánico sencillo y básico, pero de muy buen resultado siendo cómodo y robusto, algo que le pedimos a los teclados con este tipo de tecnología. Éste es el análisis del Ozone Strike Pro, un dispositivo muy interesante para los que quieran huir de los teclados con membrana por menos de los 100 euros.

Un teclado para los que no quieran más que pulsar teclas

Dentro de los teclados de gama alta es bastante común encontrarse con características muy peculiares. Retroiluminación en llamativos colores, decenas de teclas específicas para macros o incluso pantallas táctiles integradas. Ozone Strike Pro huye de buena parte de la innovación que podemos pensar es ‘normal’ en un teclado para juegos ofreciendo un conjunto de características sencillas y básicas, y ya.
Lo que más llama la atención del Strike Pro es que carece de teclas específicas para macros, que suelen ser bastante habituales en este tipo de periféricos. La distribución es la de un teclado clásico de 105 teclas a la que estamos perfectamente acostumbrados. A mayores ofrecen un puertoUSB y tomas relacionadas con el audio (salida para auriculares y entrada para micro) en la parte posterior, justo encima del teclado numérico, que pueden ser cómodas para evitar en algunos casos una maraña de cables.
Ozone Strike Pro es un teclado muy robusto, con un grosor que puede ser tildado como algo grande si lo comparamos con otros teclados que siguen la moda de lo más delgado. Las especificaciones oficiales hablan de 3,43 centímetros de altura, si bien esta medida puede ser menor si no utilizamos las dos pestañas de elevación traseras, bajando hasta unos 1,50 centímetros. Personalmente me quedo con esa cierta elevación que me da una sensación de mayor comodidad de uso.
Por lo demás, Strike Pro es un teclado cableado vía USB con conector bañado en oro y cable trenzado y anti-enrredos. Éste es algo grueso ya que también debe albergar los cables de audio para el pequeño hub de puertos, de forma que a unos 20 centímetros del final del cable éste se trifurca para dar cabida a las tres soluciones: USBaudio-in y mic. Puede que para los usuarios que no vayan a utilizar las conexiones de audio integradas este trío de cables sea un estorbo y sería ideal tener la posibilidad de administrarlos, eliminándolos o añadiéndolos según las necesidades. La realidad es que es un pequeño detalle sin mayor importancia, ya que deberían quedar ocultos tras nuestro PC de sobremesa.

No olvida las posibilidades gaming y la siempre cómoda retroiluminación

Decíamos que es un “teclado clásico” en el que lo que brilla es precisamente eso: carece de detalles innovadores, siendo un producto muy de perfil clásico. Pero tampoco podemos dejar de lado algunas de las características presentes pensadas para el público gaming. Igual que es importante decir que no tiene teclas ‘macro’ específicas — no siempre son necesarias, o al menos muchos usuarios no solemos utilizarlas —, Ozone sí ha introducido un total de seis teclas ‘M’ personalizables, que ocupan la matriz de 3×2 teclas encima de las teclas de dirección. 
Los InsertarInicioAv.Pag.,BorrarFinal y Re.Pag. se convertirán en M1..M6 si pulsamos previamente la ‘tecla Ozone’. Las funciones asociadas a estas seis teclas son, como siempre, personalizables por parte del usuario en el software de administración que acompaña al periférico.
La ‘tecla Ozone’ también nos servirá para activar ciertas funciones adicionales, funcionando de forma muy parecida a como lo hace la tecla Fn en los teclados de portátil. Podremos manejar ciertas labores multimedia (control de la reproducción y también del volumen), activar el denominado G Mode (“modo juego”, que básicamente inutiliza la tecla Windows) o administrar ciertas características que, estas sí, suelen ser estar dirigidas a un público con un perfil más avanzado: el tiempo de respuesta de la tecla (milisegundos) y la frecuencia de medición del teclado (hercios). Estas dos variables pueden ser alteradas en tiempo real con sus respectivas combinaciones de teclas o también a través del software de Ozone, y en ambos casos la información se almacenará en uno de los cinco perfiles que pueden almacenar los 64 kilobytes de memoria interna.
También mediante una combinación de dos teclas (Ozone+Bloq.Despl) se puede manipular la retroiluminación, que es otra de las características fundamentales del Strike Pro. Ésta es muy sencilla, basada completamente en el color blanco salvo algunas teclas específicas (QWEASD, escape y las teclas de dirección) que internamente tienen un LED rojo, de forma que el resultado visual es de este color. A nivel de funcionamiento No existe ninguna diferencia entre las teclas blancas y rojas, ya que todas son mecánicas y lo único que varía es ese color de la retroiluminación.
Sin un amplio abanico de colores a elegir, blanco con esos pequeños detalles en rojo, pero con la posibilidad de elegir entre seis variedades de retroiluminación. Puede desactivarse del todo, activarse sólo para las teclas de color rojo, elegir entre un cierto abanico de brillo (30, 70 y 100% de su capacidad) y una última y muy mareante posibilidad: parpadeo, que despista más que ayuda.
Esta retroiluminación es muy sencilla pero se agradece, y desde luego la esperábamos en un teclado gaming ‘de gama alta’ como es el Strike Pro. Si no te gusta no tienes más que desactivarla y olvidarte; si por el contrario crees que te ayudará en las sesiones de juego nocturno seguramente la opción menos brillante (30%) será la que te seduzca.

Fuente: xataka.com